martes, 15 de agosto de 2017

Clásicos del Metal: Black Sabbath - Heaven And Hell - (1980)



El final de la década del 70 encontró a un Black Sabbath casi a los tumbos. Lejos de la magia de sus primeros años, los últimos experimentos sonoros de aquellos días, lejos estaban de empardar esa gloria que comenzaba a diluirse. Para peor, Ozzy, víctima de sus reiterados excesos casi que había tocado fondo, por lo que el destino del carismático cantante y sus compañeros se había bifurcado definitivamente. 
Sin la voz distintiva, la jugada de la banda debía ser poco menos que perfecta para seguir haciendo historia, y vaya si lo fue! .
Con la llegada de Ronnie James Dio, la banda se aprestaba a escribir , en mi humilde opinión, sus pergaminos más preciosos.
Lejos de ningunear todo lo que había precedido a Heaven And Hell, la edición de este disco los depositaria definitivamente y para siempre en el púlpito de los más grandes.
Al igual que sus primeros cuatro discos, este álbum es un clásico atemporal. Hilando muy fino quizás sea el puntapié inicial a un lustro casi soñado, donde se editarian gran parte de los discos referenciales del género. 
De la mano de Martin Birch, la bruja suena quizás como nunca antes.
A todas luces el responsable mayor de esta resurrección no es otro que el enano mágico, quien se trajo de Rainbow ese tinte clásico que se arropan en las melodías de canciones como Children Of The Sea o la omnipotente Lonely Is The Word, donde un Dio pletórico derrocha emoción y sentimiento desde su prodigiosa garganta. Es sin dudas el cantante quien les inyecta esa sangre nueva y más allá de mencionar alguna que otra canción por gusto personal, es imposible despegar cada una de ellas de un disco tan sólido, tan compacto, tan maravilloso.
El propio Iommi recupera gran parte de su magia reinventandose a través de un tema como Neon Knights o la preciosa Wishing Well, mientras que la base de Geezer y Ward recuperan la solidez de antaño. Maduros y refinados supieron conservar la esencia y la estética de una banda única. 
A Black Sabbath no le hacía falta demostrar nada , pero quien podría objetar que Die Young se dispare al top 5 de sus canciones más logradas? . Y muchísimo menos con el tema que bautiza el álbum. 
El sueño duraría apenas un par de años, pero si algo hubiera quedado pendiente, diez años después, Deshumanizer mediante, cualquier deuda ya estaba saldada. Todo lo que vino después fue demasiado.
Hoy celebramos que Heaven And Hell es claramente un manifiesto que en este 2017 festeja su 37 aniversario.