domingo, 28 de mayo de 2017

Clásicos Del Metal: Helloween - Keeper Of The Seven Keys Part 1 - (1987) -







Con la edición de la primera parte de la saga de Keeper Of The Seven Keys, casi que podríamos decir que nacía el power metal.
Lo alemanes ya habían mostrado las uñas con el fantástico Walls Of Jericho un par de años antes, pero con este disco no solo redoblaron la apuesta, sino que hicieron un culto a la melodía de la mano de un pletórico Kai Hansen , a la postre, el verdadero cerebro de esta soberbia maquinaria sonora, algo que quedaría demostrado claramente una vez que el guitarrista diera un paso al costado de las calabazas, para llevarse sus musas a Gamma Ray.
Por otra parte, la llegada de Michael Kiske, de apenas 18 años, definitivamente eleva al disco a un nivel superior. Sin dudas estábamos ante una voz distinta e inmejorable.
En un principio la idea de Keeper, era lanzar un disco doble, pero Noise Records ganó la pulseada y terminaron siendo editado por separado.
Tanto este, como su sucesor, son sin dudas esos clásicos atemporales que hacen que uno sienta orgullo de haber elegido estos sonidos para acompañarnos en este derrotero de la vida.

La locura épica de I´m Alive , el frenesí de A Little Time, la cabalgata maidenesca de Twilight Of The Gods, la sencillez de Future World, la armonía de A Tale That Wasn´t Right, son el perfecto preludio para ese majestuoso, opulento y maravilloso final de Halloween, donde a lo largo de escasos (?) la banda despliega una verdadera epopeya sonora.


El verdadero ADN del cual bandas como Stratovarius, Blind Guardian, Scanner, Viper, Edguy, entre otras mamarían sonidos poderosos, grandilocuentes pero carentes de la magia que los germanos supieron dotar a un estilo aún en ciernes en aquel 1987, . Así y todo, lo mejor estaba por venir porque la segunda parte, sería una versión mejorada de esta perfección, llamada Keeper Of The Seven Keys.

Clásicos Del Metal : Dio - Holy Diver - (1983) -


Al enano mágico no le hacía falta este disco. Las joyas que nos había dejado despúes de su paso por Rainbow y Black Sabbath ya eran suficiente mérito para elevarlo al púlpito de los grandes. 
Sin embargo cuando la magia que supieron concebir junto a Tony Iommi, comenzó a disolverse, el destino estaba escrito y Ronnie decidió comenzar a transitar su propio camino, formar SU banda y editar uno de los discos más brillantes de la historia del género.
Un par de movimientos maestros le alcanzaron para formar una line up casi soñada. Recluta a dos ex compañeros como Jimmy Bain y Vinnie Appice, al tiempo que un ignoto guitarrista irlandés de apenas 20 años , llamado Vivian Campbell, quién sería, a la postre, su ladero ideal y al que nunca pudo reemplazar, cuando después de cuatro años, Dio decidiera prescindir de sus prodigiosas seis cuerdas.
Producido por el propio vocalista, ya a partir del sonido estaba más que claro quién era el dueño del circo. A lo largo de todo el disco, la magnífica voz del diminuto suena con una potencia y claridad que difícilmente hayamos escuchado en sus trabajos previos. 
El arranque con Stand Up And Shout no podía ser mejor, agresivo y melódico, se torna en un clásico instantáneo dentro de la discografía del bueno de Ronnie. 
Por otra parte ,cuenta la leyenda que Holy Diver era ún bosquejo de Black Sabbath cuando la banda se disuelve y es parte de esa magia que Dio se llevó consigo. La cadencia, y el ritmo eran sin dudas parte del adn de la bruja. Y lo mejor aún estaba por venir....Canciones como Caught In The Middle, (con un gancho sencillamente irresistible), la increíble Don´t Talk To Strangers (inmejorable carta presentación del novato guitarrista) y la magnífica Rainbow In The Dark, son el trío identificatorio, no solo de este álbum sino de gran parte de la carrera de Dio. En Invisible, el tufillo a Sabbath se respira desde el primer acorde, al igual que el grandioso cierre de Shame On The Night.

Ronnie Dio, Vinnie Appice, Jimmy Bain & Vivian Campbell, por lejos la mejor formación de la banda








Sin dudas Holy Diver es una soberbia mixtura de los sonido que nuestro héroe supo mamar en sus pasos previos tanto con Blackmore como con Iommi. Estamos ante un disco perfecto ?....para muchos de nosotros sin duda, no solo por lo estrictamente musical, sino porque , en cierta manera esa una especie de reivinidicación para Dio que a partir de este momento deja en claro la clase de artista que era.
Si los fabulosos 80´s tuvieran que ser identificados por una decena de discos, claramente Holy Diver sería uno de ellos, que por otra parte es el puntapié inicial de una trilogía memorable junto The Last In Line y en menos medida Sacred Heart. 
Sonidos irrepetibles que nacieron un día de Mayo de 1983, hace apenas 34 años.