lunes, 19 de octubre de 2009

QUEENSRYCHE - Operation Mindcrime - (1988) -


Sin dudas EL DISCO, del Metal Americano de los 80. cuando el gènero en el paìs del norte ofrecìa bandas por doquier y donde la mayorìa, màs allà de algunas valìas musciales se apoyaban en la imagen, Queensryche, se torna en una banda de culto, gracias aun disco formidable por donde se lo mire. Desde la historia, la producciòn, la intepretaciòn Operation Mincrime se tranforma en un album absolutamemnte atemporal, y eso es algo muy poco frecuente. Hoy a casi 20 años de su ediciòn, sigue tan vigente como entonces.10/10

DREAM THEATER - Images And Words - (1992)


Simplemente el comienzo de renacimiento del Rock Progresivo. Editado en pleno augue del grungue, diò el puntapiè inicial para que el estilo volviera tomar fuerza, y regresara para quedarse. Despuès llegarìan otras joyas y no tanto, ya sea de Dream Theater, como de otras bandas, pero sin dudas Images And Words, es un antes y un despuès de el ProgRock a partir de los 90`s. 10/10

YES - Close To The Edge - (1972)


En 1979, todavìa estaba enfrascado en Los Beatles y manos anònimas me acercaron esta joya, que terminò de abrir mi mente al rock y a un estilo determinado.
Virtuosismo a toda prueba, una lyrica fantàstica y un disco inolvidable. Parece mentira que estè a punto de cumplir 40 años de su ediciòn. Todos los grupos que vinieron màs tarde, de una u otra manera fueron influenciados por un Yes, que al momento de esta ediciòn posiblemente estaba en su mejor momento. Definitivamente irrepetible.10/10

SYMPHONY X - The Divine Wings Of Tragedy - (1997) -


Nada hacìa preveer que Symphony X editarìa semejante disco despuès de haber lanzado un par de discos absolutamente intrascendentes. Quizàs este increìble trabajo tenga que ver con la lògica maduraciòn de una banda que a partir de esta ediciòn pasa a transformarse en uno de los pilares del estilo a la par de Dream Theater, por ejemplo.
Nada de lo que oigas aquì tiene despercicio, pero la joya que enceguece es sin dudas es la que bautiza la placa, con sus imponentes 20 minutos, donde los estilos se mezclan, para ofrecernos una suite, de esas que hace que uno sienta orgullo de la mùsica que ama.
Y es ademàs el reconocimiento tanto a Michael Romeo, como a Russell Allen, un vocalista sencillamente increìble.